Cuando miramos, nos miramos.

Peregrinando las calles de Arles, donde se desarrollaba el Festival de Fotografía.

En la puerta de entrada de uno de los tantos espacios donde se exhibían las distintas exposiciones.

Estaba ella; Sophie.

Sentada con las piernas cruzadas y sus brazos caídos.

Como anfitriona de una muestra que festeja la imagen y el arte; la perfecta expresión de lo instantáneo; la vulnerabilidad de la confianza.

No había expresión oral, pero si corporal cuando sus manos se estiran para detener las monedas de las dádivas ajenas.

El portero del lugar, que registró con su celular, el instante que de las tomas fotográficas , me relató, que había sido modelo, actriz, musa, poeta, bailarina… Un instante azul celeste de un pasado en blanco y negro.

La esencia de la ciudad luz de otros tiempos.

La gloria redimida.

Fuiste todas y ninguna.

Fuiste en mi lente la revelación de lo perdido.

A veces, cuando miramos, nos miran.

No estamos solos, Sophie.